viernes, 1 de diciembre de 2017

JUECES. CAPÍTULO 7.

71Yerubaal, es decir, Gedeón, madrugó con su gente y acampó junto a En Jarod*. El campamento de Madián les quedaba al norte, junto a la colina de Moré, en el valle.
2El Señor dijo a Gedeón:
-Llevas demasiada gente para yo os entregue Madián. No sea que luego Israel se me gloríe diciendo: <<Mi mano me ha dado la victoria>>. 3Vas a echar este pregón ante la tropa: <<El que tenga miedo o tiemble, que se vuelva>>.
Se volvieron a casa veintidós mil hombres, y se quedaron diez mil.
4El Señor dijo a Gedeón:
-Todavía es demasiada gente. Hazlos bajar a la fuente, y allí te los seleccionaré. El que yo te diga que puede ir contigo, irá contigo; pero el que yo te diga que no puede ir contigo, ése, que no vaya.
5Gedeón mandó bajar a la tropa hacia la fuente, y el Señor le dijo: 
-Los que beban el agua lengüeteando, como los perros, ponlos a un lado; los que se arrodillen para beber, ponlos al otro lado.
6Los que bebieron lengüeteando (llevándose el agua a la boca con la mano) fueron trescientos; los demás se arrodillaron para beber.
7El Señor dijo entonces a Gedeón:
-Con estos trescientos que han bebido lengüeteando os voy a salvar, entregando a Madián en vuestro poder. Todos los demás que se vuelvan a casa.
8Tomaron, pues, sus provisiones y sus trompetas, y Gedeón despidió a los israelitas, cada uno a su casa, reteniendo consigo a los trescientos.
9El campamento de Madián les quedaba abajo, en el valle. Y el Señor habló a Gedeón aquella noche:
-Levántate, baja contra el campamento enemigo, que yo te lo entrego. 10Si no te atreves, baja con tu escudero Furá hasta el campamento. 11Cuando oigas lo que dicen, te sentirás animado a atacarlos.
Gedeón y su escudero Furá bajaron hasta las avanzadas del campamento. 12Madianitas, amalecitas y orientales estaban tumbados por el valle, numerosos como langostas; sus camellos eran incontables, como la arena de la playa. 13Al acercarse Gedeón, casualmente estaba uno contando un sueño al compañero:
-Mira lo que he soñado: una hogaza de pan de cebada venía rodando contra el campamento de Madián, llegó a la tienda, la embistió, cayó sobre ella y la revolvió de arriba a abajo.
14El otro comentó:
-Eso significa la espada del israelitas (de Gedeón, hijo de Joás): Dios ha puesto en sus manos a Madián y a todo el campamento.
15Cuando Gedeón oyó el sueño y su interpretación, se prosternó. Luego volvió al campamento israelita y ordenó:
-¡Arriba, que el Señor os entrega el campamento de Madián!
16Dividió a los trescientos hombres en tres cuerpos y entregó a cada soldado una trompeta, un cántaro vacío y una antorcha en el cántaro. 17Luego les dio estas instrucciones:
-Fijaos en mí y haced lo mismo que yo. Cuando llegue a las avanzadas del campamento, vosotros haced lo que yo haga. 18Yo tocaré la trompeta, y conmigo a los de mi grupo; entonces también vosotros tocáis en torno al campamento y gritáis: ¡El Señor y Gedeón!
19Gedeón llegó con los cien hombres de su grupo a las avanzadas del campamento, justamente cuando empezaba el relevo de medianoche; en cuanto se hizo el cambio de guardia, Gedeón tocó la trompeta y rompió el cántaro que llevaba en la mano.
20Entonces los tres grupos tocaron las trompetas y rompieron los cántaros; luego, empuñando en la mano izquierda las antorchas y las trompetas con la derecha para poder tocar, gritaron:
-¡El Señor y Gedeón!
21Y se quedaron todos en su sitio alrededor del campamento. Todo el campamento se alborotó, y empezaron a gritar y a huir, 22mientras seguían sonando las trompetas. El Señor hizo que se acuchillasen unos a otros en el campamento y que huyeran hasta Bet Hassittá*, en dirección a Sartán, hasta las lindes de Abel Mejolá*, frente a Tabat. 23Los israelitas de Neftalí, Aser y todo Manasés se unieron en persecución de Madián. 24Gedeón había enviado mensajeros que avisaron en la serranía de Efraín:
-Bajad contra Madián. Ocupadles los vados del Jordán hasta Bet Bará.
25Todo Efraín corrió a ocupar los vados hasta Bet Bará, y apresaron a dos jefes madianitas, Oreb y Zeeb. A Oreb lo degollaron en Sur Oreb*, a Zeeb en Yequeb-Zeeb*. Siguieron en persecución de los madianitas y le llevaron a Gedeón, al otro lado del Jordán, las cabezas de Oreb y de Zeeb.

Explicación.

7 Una masa de beduinos belicosos es difícil de afrontar en batalla abierta: saben contraatacar o escurrirse velozmente. Es mejor recurrir a una estratagema que los turbe y los disperse: es lo que hará Gedeón. Para la estratagema, un ejército numeroso puede ser un obstáculo: un grupo manejable de gente espabilada y ágil prestará mejores servicios. El idear y realizar la estratagema es lo que hizo famoso y cantado a Gedeón. El presente capítulo lo contará en tres tiempos sugestivos.

7,1-8 El primer tiempo trata de la selección de los guerreros para la estratagema. El autor lo explota para proponer la paradoja del auxilio divino, realizada en el motivo de la victoria del débil. El hombre se gloría frente a Dios cuando se arroga el éxito, el triunfo, el mérito: Dt 8; Jr 48,42; 1 Cor 1,29; 3,21; 4,7. El final del v.8 explica la situación estratégica: la gente de Gedeón ocupa un puesto más alto desde donde se puede ver el dilatado campamento enemigo.

7,1 El nombre de la fuente servirá para la primera aliteración: los que tiemblan se retiran. * = Fuentemblor.

7,2 Esa expresión se reserva para el Señor: Is 59,16; 63,4, y es como la respuesta a 6,14. Véanse también Jr 17,14; Job 40,14 (irónico).

7,3 Según la legislación de Dt 20,8 (cambiando el segundo verbo para obtener la aliteración). El texto hebreo contiene una frase ininteligible sobre el "monte de Galaad".

7,4 Según el texto, es Dios mismo quien hará la selección y no Gedeón por criterios de razón; no serán las cualidades mostradas en el gesto, sino la palabra del Señor quien decida. Es algo como echar a suertes.

7,5 El verso continúa dejando la solución suspensa. El modo de beber servirá para hacer dos grupos desiguales, la elección para hacer dos grupos desiguales, la elección de Dios vendrá después. El modo de beber no está bien definido en el texto, pues parece confundir el lengüetear y el llevarse el agua a la boca con la mano.

7,7 Si alguna relación hay entre el modo de beber y la elección es que el Señor ha elegido a los que se tumbaron para beber, a los que hicieron como perros; pero basta pensar en la relación cuantitativa, el Señor ha escogido el grupo más pequeño, para revelar su poder.

7,8 El comienzo del verso es dudoso: no está claro el sujeto ni se ve la razón del dato. Cambiando una consonante se leería "cántaros" en vez de provisiones: Gedeón quiere asegurarse un número abundante de cántaros y trompetas.

7,9-15 El segundo tiempo tiene valor de signo, indicando que ha llegado el momento. Todos reconocían el valor revelatorio de los sueños (recuérdese los de José); el pan de cebada representa al pueblo de agricultores, la tienda a los beduinos, también es significativa la desproporción entre la hogaza y la tienda bien sujeta con estacas y cuerdas.

7,11 2 Re 7,5.8.

7,16-22 La famosa estratagema es más fácil de imaginar en su conjunto que en sus detalles. Los tres cuerpos de Gedeón avanzarán sigilosamente hasta rodear a Madián por tres lados, dejando salida sólo hacia el Jordán. Una vez situados, en el momento en que la nueva guardia se despereza del sueño y se acostumbra a la oscuridad. Gedeón dará la señal convenida. De repente los beduinos se despertarán sobresaltados al estruendo de trescientas trompetas, y al salir de las tiendas verán el llamear de cientos de antorchas por tres lados del campamento. Tantas luces y trompetas anuncian un ejército inmenso; turbados por el pánico y tropezando en la oscuridad, se precipitarán a salvar sus cosas, a montar en sus camellos, y en la confusión se herirán unos a otros.

No es tan fácil imaginarse como sustentan los cántaros con las antorchas y cómo los rompen. Para esa operación necesitan las dos manos; llevarían la trompeta colgando a la cintura o al hombro. Podemos imaginarnos el grito de guerra repetido rítmicamente por los guerreros. El ejército enemigo intenta salvarse en Transjordania, y en la persecución intervienen los soldados que no servían para la estratagema nocturna.

7,22 * = Casalacacia; Prado Bailén.

7,24-25 y 8,1-3 La intervención de Efraín en este momento es difícil de explicar. Son verosímiles las tensiones entre tribus hermanas Efraín y Manasñes se consideran descendientes de José. La anécdota ilustra por igual el entusiasmo de Efraín y la habilidad de Gedeón.

7,25 No es raro entre los jefes antiguos llevar nombres de animales (también los llevan Débora y Yael). El narrador parece insinuar que su muerte da nombre a dos lugares.
*= Peñalcuervo; Lagar del Lobo (Oreb = Cuervo; Zeeb = Lobo).

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